La acumulación de suciedad puede dañar el jebe de la puerta o impedir que esta cierre correctamente. Por ello, es necesario realizar la limpieza por lo menos una vez al mes o según el uso de la lavadora.
La limpieza también ayuda a evitar que el agua o la espuma se derrame a través de la puerta o que se produzca mal olor ya que se pueden acumular residuos en el jebe.