Al comprar un electrodoméstico nuevo, debemos fijarnos en su etiqueta energética, informa del nivel de eficiencia del equipo según una clasificación de categorías diferenciada por códigos y colores. Por ejemplo, un electrodoméstico de clase A es más eficiente y por tanto, gasta menos energía que uno de clase G.
Las etiquetas energéticas están reguladas a nivel europeo y es obligatorio que todos los vendedores las incluyan en los electrodomésticos. Por eso, cuando acudas a una tienda no deberás tener ningún problema para encontrarlas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que no todos los aparatos eléctricos del hogar cuentan con esta etiqueta. Los electrodomésticos que por ley deben tenerla son los siguientes:
- Frigoríficos y congeladores
- Lavadoras
- Lavavajillas
- Secadoras
- Lavadoras-secadoras
- Fuentes de luz domésticas
- Hornos eléctricos
- Aire acondicionado
- Aspiradores
- Calentadores de agua
- Monitores
- PC
- TV